Odio las noches silenciosas con esa calma que parece indicar que el tiempo se ha parado, cuando en realidad sigue reptando por las paredes, haciendo que el cielo se vuelva cada vez más negro. Cuando freno y miro alrededor es cuando realmente tomo consciencia de que todo se mueve a un ritmo aterrador. Me asustan las manecillas del reloj y me dan miedo los atardeceres, porque solo suceden cuando el tiempo se escapa. Me angustia el vaivén de las palmeras al mecerlas el viento, los coches que pasan a toda velocidad por la avenida, los pasos por la acera. Tic tac. Tic tac. Vuelve a pasar y yo no me doy cuenta.
miércoles, 4 de mayo de 2016
martes, 26 de abril de 2016
Responsabilidad
Parafraseando al entrañable tío Ben, suele decirse que gran
poder conlleva una gran responsabilidad. Los diseñadores gráficos pocas veces
puede decirse que gocemos de un gran poder en el proceso de lidiar con nuestros
clientes, ya que nuestro rol suele ser el de una dependencia enfermiza, al
mismo tiempo que una lucha improductiva en la que diseñador y cliente tratan de
tirar cada uno hacia un lado de la cuerda. Esta es una situación en la que
todos hemos estado en algún momento de nuestra experiencia laboral, y en la que
normalmente salimos perdiendo los diseñadores, principalmente porque en última
instancia, es el cliente quién nos da de comer. Y todos, por muy diseñadores
que seamos, necesitamos comer.
Los diseñadores gráficos siempre hemos mantenido esa lucha
interna entre resignarnos a ser mercenarios y aspirar a colarnos en las páginas
de la historia para cambiar su curso.
Pierre Bernard habla sobre la labor social del diseñador
gráfico, y cómo ésta va intrínseca a su condición de artista. Es ingenuo pensar
que un diseñador es solo un mero
solucionador de problemas , al
igual que es absurdo afirmar que el sexo solo sirve para reproducirse.
En plabras del autor anteriormente citado "Una de las labores sociales más importantes del diseño
gráfico es ampliar el horizonte cultural del público al que va dirigido."
miércoles, 30 de diciembre de 2015
El balance de 2015
No se si recordaréis mi último balance de año. Supongo que no, de todas formas, solo está unas pocas entradas más abajo de ésta, porque como comprobaréis he escrito poco este año y he publicado menos aún.
Pero sí, aquí estamos otra vez, he sobrevivido otro año, he aprendido, he crecido y la he cagado probablemente a partes iguales.
Probablemente la única manera de salir del pozo es llorar hasta que se desborde. Yo no lo voy a negar, he llorado mucho muchas veces, pero creo que está bien, llorar es sano dicen. También me he reído mucho, y cuando digo mucho es muchísimo. Y además con muchas ganas. Pero bueno, eso lo hace todo el mundo, supongo, y aquí he venido a hablar de mi libro.
Ah si... el pozo lleno de barro, el viaje dantesco al inframundo... afortunadamente todo esto ya pasó a la historia, y no sabría decir en qué momento volví a subirme a un pedestal para contemplar todo el hermoso camino que me queda por recorrer, pero sí que puedo afirmar que me lo he currado. Bien es cierto que he tenido a mi lado personas maravillosas que me han dado la mano para seguir subiendo escalones y he conocido a otras muchas nuevas que se han hecho un nido en algún rincón de mi cabeza. He encontrado valor para asumir los cambios que he hecho en mi vida, he conseguido reconciliarme conmigo misma y con algunos de los demonios que aún me seguían atormentando, y he aprendido a ser feliz otra vez, y a compartir mi felicidad, no solo mi tristeza.
Si, definitivamente ha sido un año que ha sucedido de la forma opuesta que el pasado. Comencé arrastrándome, aprendí a gatear y a dar mis primeros pasos, y ahora puedo decir orgullosa que sé volar de nuevo. ¿Que si volvería a estrellarme? Mil veces más. Y siempre encontraría una manera de volver a levantarme, confío en mí.
Eso es todo por ahora amig@s, ¡que siga la fiesta!.
Pero sí, aquí estamos otra vez, he sobrevivido otro año, he aprendido, he crecido y la he cagado probablemente a partes iguales.
Probablemente la única manera de salir del pozo es llorar hasta que se desborde. Yo no lo voy a negar, he llorado mucho muchas veces, pero creo que está bien, llorar es sano dicen. También me he reído mucho, y cuando digo mucho es muchísimo. Y además con muchas ganas. Pero bueno, eso lo hace todo el mundo, supongo, y aquí he venido a hablar de mi libro.
Ah si... el pozo lleno de barro, el viaje dantesco al inframundo... afortunadamente todo esto ya pasó a la historia, y no sabría decir en qué momento volví a subirme a un pedestal para contemplar todo el hermoso camino que me queda por recorrer, pero sí que puedo afirmar que me lo he currado. Bien es cierto que he tenido a mi lado personas maravillosas que me han dado la mano para seguir subiendo escalones y he conocido a otras muchas nuevas que se han hecho un nido en algún rincón de mi cabeza. He encontrado valor para asumir los cambios que he hecho en mi vida, he conseguido reconciliarme conmigo misma y con algunos de los demonios que aún me seguían atormentando, y he aprendido a ser feliz otra vez, y a compartir mi felicidad, no solo mi tristeza.
Si, definitivamente ha sido un año que ha sucedido de la forma opuesta que el pasado. Comencé arrastrándome, aprendí a gatear y a dar mis primeros pasos, y ahora puedo decir orgullosa que sé volar de nuevo. ¿Que si volvería a estrellarme? Mil veces más. Y siempre encontraría una manera de volver a levantarme, confío en mí.
Eso es todo por ahora amig@s, ¡que siga la fiesta!.
domingo, 1 de noviembre de 2015
Poema rabioso
Rabia.
Rabia, de tener que ir luchando
contra cada esquina,
contra cada mente mal doblada,
contra cada idea
absurdamente inculcada
por la
cultura, o eso dicen,
más bien por la ignorancia.
Rabia,
rabia de saberme tan sola
en un camino de clavos
ardiendo,
de tener que derribar rascacielos
solo con palabras y argumentos,
rabia de no tener el don de los sabios,
rabia de no poder dejarlos a todos sin
palabras,
bien callados.
La rabia me cegó la mente
y me cerró la boca.
Ahora
solo quiero explotarles encima
sin justificarme,
sin sentirme culpable,
sin
censurarme,
ahora quiero
que ellos me sientan rabiosa,
que sientan lo que
siento yo
cuando les oigo soltar mierda por la boca.
Rabia de no poder
darles lo que se merecen,
de que sigan por la vida
tan tranquilos,
alegremente.
Rabia,
de verlos alejarse,
sin inmutarse,
sin que mi odio les salpique
y mis
palabras les reconcoman la mente.
Rabia de no tener una espada
que luche a mi lado,
de saberme
tan sola,
condenada al fracaso.
Rabia de que no sepan que les escribo
que les
tengo en mi retina,
grabados,
como a un puñado de estúpidos,
ignorantes,
que no
se pararon
a pensar en su vida
ni dos putas veces,
ni les enseñaron a
tener empatía,
a pensar con sus propias mentes.
Serán los padres de otra generación perdida,
generación sin
seso,
generación sin luces,
generación de toros y cruces.
Generación con resaca
de una vida que no merecen.
viernes, 24 de julio de 2015
Comunicado Random
De vez en cuando visito esta caverna, y la verdad, las estadísticas de este blog son MUUUUUY RARAS. Pero raras raras. Normalmente la cantidad de visitas suele ser de una o dos al día (y sospecho que son mías) pero de repente a veces hay un pico inesperado de visitas de países como Turquía o Estados Unidos. Todo muy crazy. Y como nunca recibo ningún comentario ni seguidor, no se si es que los bots y la CIA mandan espías camuflados a registrar mi blog, o es que un pequeño puñado de colgaos anónimos les ha dado por leer las cosas que escribo.
Todo muy creepy.
Seguidores anónimos y misteriosos, gobierno Estadounidense, si estáis ahí fuera observándome, ¡manifestaros!
Todo muy creepy.
Seguidores anónimos y misteriosos, gobierno Estadounidense, si estáis ahí fuera observándome, ¡manifestaros!
martes, 30 de junio de 2015
No soy menos
No soy menos mujer
por depilarme menos
No soy menos hermosa
por comer más
No soy menos inteligente
por no gustarme la política
No soy menos valiente
por aceptar mis limitaciones
No soy menos divertida
por querer estar sola
No soy menos independiente
por enamorarme
No soy menos que tú
aunque tú seas menos joven
No soy menos. Aunque sepa que siempre pude ser más.
por depilarme menos
No soy menos hermosa
por comer más
No soy menos inteligente
por no gustarme la política
No soy menos valiente
por aceptar mis limitaciones
No soy menos divertida
por querer estar sola
No soy menos independiente
por enamorarme
No soy menos que tú
aunque tú seas menos joven
No soy menos. Aunque sepa que siempre pude ser más.
domingo, 12 de abril de 2015
Heme aquí, despelotando al corazón para vestirlo de fiesta.
La
dura y asquerosa vida nunca fue tan sencilla.
Me di cuenta el día en que me dejé caer en aquella cama, exhausta, como se está siempre que haces un largo viaje. Pero algo había cambiado definitivamente, mi mente estaba en paz. En mi conciencia no se agolpaba la necesidad de llamar o escribir a nadie para decir un "buenasnochestequiero". Sentí el picor de la costumbre y el recuerdo de aquel tiempo, pero esta vez ya no me sentí triste.
Sentí calma, tranquilidad y por último certeza. Certeza de saber que aunque siguieran tus muebles en mi cabeza, tú te habías marchado definitivamente y no debías volver. Porque me encontraba feliz tal y como era en ese momento. Sin pensamientos que dedicarte, sin palabras que recordarte y sin el deseo fugaz de que ojalá estuvieses conmigo.
Solo yo, el viento, el sol y perderme un rato.
Una canción para sentir la vida muy fuerte y bonito.
Me di cuenta el día en que me dejé caer en aquella cama, exhausta, como se está siempre que haces un largo viaje. Pero algo había cambiado definitivamente, mi mente estaba en paz. En mi conciencia no se agolpaba la necesidad de llamar o escribir a nadie para decir un "buenasnochestequiero". Sentí el picor de la costumbre y el recuerdo de aquel tiempo, pero esta vez ya no me sentí triste.
Sentí calma, tranquilidad y por último certeza. Certeza de saber que aunque siguieran tus muebles en mi cabeza, tú te habías marchado definitivamente y no debías volver. Porque me encontraba feliz tal y como era en ese momento. Sin pensamientos que dedicarte, sin palabras que recordarte y sin el deseo fugaz de que ojalá estuvieses conmigo.
Solo yo, el viento, el sol y perderme un rato.
Una canción para sentir la vida muy fuerte y bonito.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)